Llegó un individuo al
Ayuntamiento de Jerez de la Frontera, subiendo a la planta alta del mismo,
pretendiéndose entrevistarse con el alcalde.
Con se le dijese que éste se
había retirado ya de su despacho, aquel comenzó a pasearse por los corredores,
y en un momento de descuido del personal se arrojo por uno de los balcones al
patio principal del edificio.
Al ruido que el cuerpo del
infeliz produjo al chocar contra el pavimento, acudieron el teniente de Asalto,
D. Ciriaco Cubillas y los ordenanzas señores Alcocer y Trillo, que lo
recogieron, conduciéndole el auto del Dr. Fontana al Hospital de Santa Isabel,
en cuya casa de socorro fue asistido por el Dr. Ballesteros y practicante señor
Rasero, quienes le apreciaron fracturas de ambas piernas y conmoción cerebral y
visceral.
Dado su estado de gravedad no
pudo prestar declaración, quedando encamado en dicho establecimiento.
La policía identificó al
lesionado, que resultó ser José Infante Oca, de sesenta y tres años, vecino de
Arcos de la Frontera.
Parece que no tenia buen
equilibras sus facultades mentales, pues días antes rompió la luan de un
escaparate de la calle Algarve, y al ser detenido dijo que al cometer el hecho
no le guiaba otro propósito que el de ir a la cárcel para que le diesen de
comer.
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