En el sitio conocido por la Morla
ardió una choza, pereciendo carbonizados los niños Francisca y Antonio
Hernández Soria, de ocho y cuatro años, respectivamente.
Parece que la causa del incendio
fue el dejar la madre de las criaturas un candil encendido y ausentarse de la
choza. Al regresar la madre, Catalina Soria, y darse cuenta del siniestro,
intento entrar y sufrió quemaduras graves.
Fuente: La Libertad - 23 de abril
de1936.
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