Artículo publicado en ABC en la
secciones de Informaciones por tierras andaluzas.
"Se proyecta en el Mezo del
cinematográfico una película con vistas de Arcos de la frontera y la
concurrencia creería estar presenciando desfiles panorámicos de poblaciones del
extranjero que nos describieron ideales cuentos infantiles, y, sin embargo la
realidad esa belleza sugestiva que encierra la población a Blasco Ibáñez y a
Romero de Torres les hicieron proferir ha poco tiempo frases henchidas de
entusiasmo, la tenemos en Andalucía a 20 kilómetros de la ciudad del vino y de
las mujeres graciosas; ya sabrá el lector que os referimos a Jerez de la
Frontera.
Arcos de la Frontera, sobre una
peña de más de cien metros de altura, evoca al admirarla desde lejos los
recuerdos de esas ciudades que, poseídas de un don sobrenatural, guardadora a
su vez de tesoros inapreciables del arte antiguo, como el célebre retablo de
Santa María, que son relicario de virtudes y civismos como elegidas por Dios,
que para tenerla más cerca ha elevado su nivel.
Desde el balcón de la Plaza del
Ayuntamiento, el panorama es deliciosamente encantador; se transporta uno a
otra región mas puro, pues se ve la carretera, las personas, las casas como
insignificantes juguetes hechos de cartón, que duran el tiempo que el niño
tarda en disfrutarlos, mientras que la peña que nos sostiene se conservará
firme, combatida por los tiempos, que no podrán mas que su fuerte solidez.
Domina allí la idea de grandeza, y no pasa por nadie el vértigo suicida, porque
allá arriba piensa uno mucho más que en el llano en la obra de Dios.
Hemos salido de Jerez en automóvil,
acompañados de nuestro entrañable camarada Rafael Pozo, y en menos de una hora
hemos llegado a las puertas del Ayuntamiento de Arcos, donde todo es actividad
en aquellos momentos, ultimando los preparativos para recibir al regimiento de
Lanceros de Villaviciosa, que, de regreso de las prácticas reglamentarias, se
detendrá dos días aquí para seguir a Jerez, donde dicha fuerza esta de guarnición.
Hemos sido colmados de atenciones
por parte de las autoridades, y hemos sentido de nuevo el agradecimiento, que
entendemos a cuantas personas nos han auxiliado en el cumplimiento de nuestra
misión informativa.
Al frente del Municipio de Arcos de
la Frontera se encuentra un caballeroso amigo, un prestigioso industrial que es
queridísimo en toda la provincia de Cádiz; don José Olivares Piña, que fue
cuatro años concejal de dicho Ayuntamiento y teniente de alcalde, siendo
designado para la presidencia en el mes de abril pasado.
El Sr,. Olivares Piña ha heredado
de su señor padre la caballerosidad, las simpatías y los bienes de fortuna que
aquél reunión con su desvelo y honrada labor.
Don José Olivares veas (padre del
alcalde) fue alcalde de Arcos, pero aparte de su gestión imperecedera, fue un
consumado artista, como lo demuestran las huellas de su paso por dondequiera
que vuelve uno la vista en Arcos.
El finado llevo a cabo en Arcos
obras importantísimas de mejoramiento, y fue nombrado hijo predilecto.
Su hijo, el actual alcalde, lleva
la misma orientación que el Sr. Olivares Veas, y ha acometido la traída de agua
al pueblo, proyecto que acariciaba su señor padre; por cierto que el ilustre
ingeniero de Minas Sr. Gabala es el encargado de realizar el referido proyecto;
el mismo ingeniero fue el que hizo la traída de aguas a Sanlúcar de Barrameda.
El Sr. Olivares Piña ha llevado el
alcantarillado a la población, y continua realizando obras importantísimas para
Arcos.
Como secretario del Ayuntamiento figura
nuestro antiguo amigo el ilustrado periodista gaditano D. Francisco de A.
Cerón, colmo de bondad y dechado de inteligencia para la buena marcha de esta
Corporación Municipal.
Cuando el Sr. Olivares llegó a la alcaldía,
la administración adolecía de defectos, llegando a adeudarse a los empleados
hasta dos años de sus haberes. Hoy las atenciones están cubiertas, no se adeuda
nada y hay remanente en caja. Esto ha sido labor del Sr. Olivares, que ostenta
el título de Ingeniero Electricista.
Como cinta cinematográfica, fueron
desfilando ante nosotros antiguos amigos andaluces, como el ilustre letrado D.
Cristóbal Vidal salcedo, notario de Arcos, que ha conseguido avalorar aún más
con sus estudios y descubrimientos el tesoro artístico de esta población única.
saludamos al Sr. Velázquez Gastelu,
antiguo amigo también de Sevilla, y fuimos presentados a los colaboradores del
alcalde, que son D. Juan Luis Gómez Ferrer, primer teniente de alcalde; D.
Antonio Aparicio, ex diputado provincial y concejal por mayor número de votos,
y que fue catorce años secretario del Ayuntamiento; D. Antonio Matos, cosechero
de aceite; D. Aurelio Mariscal, comerciante; D. Manuel Porrua, síndico del
Ayuntamiento y comerciante; D. Diego González Ruiz, extractor de aceite en
grande escala; don Manuel Ruiz Domínguez, labrador y otros que seria labor
interminable enumerar.
Visitamos los monumentos del
pueblo, que colmaron nuestra atención, sirviéndonos de "cicerone" el
propio alcalde, el secretario y el ex alcalde de Sevilla, señor Vidal Salcedo,
cuya erudición vastísima es de sobra conocida en España.
Para conocer un aspecto de Arcos
productora visitamos la fábrica de harina de Nuestra Señora de la Sierra,
propiedad del Sr. Olivares Piña, que fue fundada hace diez años por su señor
padre, quien donó a su hijo como presente de boda.
La fábrica está montada a la
moderna, con maquinaria movida por la electricidad con arreglo a la última
palabra.
El Sr. Olivares Piña ha reformado
la fábrica colocándola a la altura de las mejores de España. Vende harinas a
toda la provincia de Cádiz, a Sevilla y otras poblaciones.
Después estuvimos largo rato en el
molino de Nuestra Señora de las Nieves de los herederos de doña Juana Ferrer de
la Calle, siendo obsequiados por D. Juan Luis Gómez Ferrer y su hermano D. José,
que se hallan al frente del prospero negocio.
Se halla la industria montada con
arreglo a la maquinaria moderna, y amplían ahora las naves de máquinas para
moler las aceitunas.
El depósito de aceite representa
por su riqueza, y es de encomiar la calidad de sus productos elaborados, que
son pedidos en los mercados principales.
El alcalde nos invitó a almorzar, y
después presenciamos la llegada de los Lanceros de Villaviciosa; asistimos al
vino de honor dado en el Ayuntamiento y al ponche en el Casino de la Unión en
honor a las tropas. Al ser presentado al bizarro coronel Sr. Merry, le
felicitamos por el resultado de la marcha: cerca de 400 kilómetros sin haber
una baja ni el más leve accidente.
Vimos antes de partir la copia
magistral del retablo de Santa maría, hecha por el Sr. Olivares Veas, obra que
por su requiere trabajo aparte, ofreciendo ocuparnos de ella.
Cuando la noche se apoderaba de la
luz, salimos en el "auto" para Jerez, y añorando un día tan delicioso
por las atenciones recibidas para ABC, veíamos en la penumbra la ciudad-águila,
como encaramada en la altura para mejor comunicarse con el creador de obra tan
sublime.
Enrique Garro. Arcos de la
Frontera, Diciembre 1922.
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