
Conocido el hecho se personaron inmediatamente
en dicho lugar el párroco de San Pedro, el alcalde la ciudad y fuerzas de la Policía
Municipal, comprobando un espectáculo impresionante, ya que al abrir la puerta
del templo una inmensa nube de humo impedía visión alguna y localización del
sitio más afectado. El local donde se expone el tesoro ha quedado destruido en
su mayor parte, no afectando en nada al resto del templo.
Inmediatamente se procedió a la
organización de los trabajos precisos para la extinción del fuego y
recuperación del resto del tesoro, varias casas del mismo barrio han sido
afectadas seriamente por el fenómeno en sus instalaciones eléctricas y
cristales. Ho ha habido que lamentar desgracias personales.
Fuente: ABC Sevilla, 29 de
noviembre 1968.
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