Arcos de la Frontera, 28 de
noviembre de 1968, en la mañana de ese día descargó una fuerte tormenta sobre
Arcos y su término, con lluvias, granizos y fuerte viento. A las 123.30 de la
mañana, una chispa eléctrica cayó sobre el templo parroquial de San Pedro,
centro del conjunto monumental artístico, destruyendo en su totalidad el tesoro
de dicha parroquia, compuesto de cálices, custodias y alhajas, todas ellas
cuajadas de piedras preciosas y gran cantidad de grabados, valor incalculable
no solo por lo intrínseco, sino por ser piezas únicas como antigüedad de
siglos.
Conocido el hecho se personaron inmediatamente
en dicho lugar el párroco de San Pedro, el alcalde la ciudad y fuerzas de la Policía
Municipal, comprobando un espectáculo impresionante, ya que al abrir la puerta
del templo una inmensa nube de humo impedía visión alguna y localización del
sitio más afectado. El local donde se expone el tesoro ha quedado destruido en
su mayor parte, no afectando en nada al resto del templo.
Inmediatamente se procedió a la
organización de los trabajos precisos para la extinción del fuego y
recuperación del resto del tesoro, varias casas del mismo barrio han sido
afectadas seriamente por el fenómeno en sus instalaciones eléctricas y
cristales. Ho ha habido que lamentar desgracias personales.
Fuente: ABC Sevilla, 29 de
noviembre 1968.
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