Dos hombres jóvenes que dan su
vida por la redención de España: Alfonso Pérez Gil y Francisco Gil Sevilla, de
diecisiete y diecinueve años de edad respectivamente.
Procedente del frente de Villanueva
del Duque donde luchaban como falangistas de esta ciudad en el columna de Mora
Figueroa, llegaron a ésta los cadáveres de los heroicos arcenses, que fueron
velados en la capilla ardiente instalada en el cuartel de Falange Española.
Por la tarde se organizó la
comitiva para trasladar los restos al Cementerio de San Miguel. Iba precedido
del clero parroquial de Santa María, con Cruz alzada, y los féretros cubiertos
por banderas de España y Falange Española. Fueron sacados del local a hombros
de camaradas de los fallecidos.
Las cintas que pendían de los
ataúdes, así como numerosas coronas, eran llevadas por representaciones de
Falange Femenina y margaritas. Seguía la banda de música, fuerzas de Falange y
Requeté "pelayos" y "flechas", así como de los Institutos
de la Guardia Civil y de Carabineros y Guardia Municipal. Después una nutrida
manifestación popular, presidida por el duelo, donde figuraban las autoridades
militares, civiles, judiciales y eclesiástica: familiares de los extintos y
representaciones de Requeté y Falange Local.
Antes de ser sepultados los
cadaveres, el señor Carretero, jefe local de Falange, dedicó unas sentidas
frases a los caídos, y se les rindieron honores con la salve de rigor.
La Comisión Gestora Municipal, en
su última sesión, ha acordado se construya en el Cementerio Municipal de San
Miguel un panteón en donde irán los restos de cuántos hijos de Arcos hayan
muertos luchando por la causa salvadora de España, y a tal fina concede
gratuitamente la parcela de terreno y encabeza la suscripción pública que se inicie
para construir el mausoleo.
Fuente: ABC Sevilla - 23 de marzo de 1937
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